Ryan Reynolds revela el lado amargo de ser Deadpool
Intérprete del antihéroe recuenta la "traumática" primera vez que vistió su traje y discute sobre la posibilidad de una tercera parte
Ser superhéroe no siempre es sencillo. Para Ryan Reynolds, las complicaciones empiezan con el traje.
El astro canadiense de "Deadpool 2" recordó que la primera vez que se vistió del mutante mercenario de Marvel Comics fue una experiencia "traumática", lo que le llevó a pensar incluso que no sería capaz de lograrlo otra vez.
"Recuerdo decirle a mi esposa: 'estaré usando un condón rojo gigante mojado en el cuerpo toda la película'"el pasado miércoles 25 de abril en conferencia de prensa en la Ciudad de México para presentar la cinta, que se estrena el 18 de mayo.
El actor compartió que se requieren unos 30 minutos para que le coloquen el traje, y también necesita ayuda para ponerse y quitarse la máscara. De hecho, uno de sus mayores miedos es que alguna vez llegue a vomitar cuando la tenga puesta, además de que se la pasa acalorado en su interior.
"Tengo dos miedos enormes: uno es vomitar dentro de la máscara y el otro es que me dejen morir de alguna manera en la máscara... Me imagino al doctor diciendo 'no, Deadpool, debió ser una máscara con velcro'". Sin embargo, reconoció que cuando se pone el traje "me convierto en otra persona, me siento muy libre en él".
La segunda entrega del superhéroe irreverente es un drama en el que la familia es lo más importante. En su caso lo descubre a través de su convivencia con un joven neozelandés mutante (Julian Dennison) con un carácter muy difícil de controlar.
"Deadpool nunca será el tipo que trata de salvar el mundo, no necesariamente representa al hombre común de 2018. Él representa un idiota disfuncional que quiere ser una mejor persona... sólo quiere salvar a un chico, no quiere salvar al planeta entero", dijo Reynolds.
Para él, ser superhéroe se trata precisamente de "ser una mejor persona", y a aquellos actores que todavía no han vivido la experiencia de encarnarlo les recomienda esperar, pues "eventualmente todos interpretan" a uno.
Entre el mar de hombres y mujeres con trajes como el de la película que pueblan las pantallas del cine de Hollywood, el actor agradeció la flexibilidad que le proporciona un personaje como Deadpool. Con sus diálogos atrevidos y humor ácido, la primera entrega de Deadpool estrenada en 2016 rompió récords en taquilla y fue nominada al Globo de Oro como mejor película de comedia.
Las expectativas para la segunda son altas, pero por ahora no está asegurada una tercera cinta con el personaje, aunque sí se ha dicho que participaría en la cinta "X-Force", aún sin fecha de estreno.
"No sé si habrá ‘Deadpool 3’, por el simple hecho de que, para que funcione en su propia película, le tienes que quitar todo a este personaje. En la primera película lo logramos, en la segunda lo hicimos de nuevo, pero ahora estará en el mundo de X-Force", afirmó. "Después de eso veremos; quizá esté cantando canciones de Disney en una película de Deadpool que podría ser para adolescentes", agregó.
Durante el rodaje de "Deadpool 2" murió la acróbata Joi Harris. Reynolds dijo que se le honrará con homenajes. "Hemos planeado algo para ella en la película. Las palabras son muy torpes para expresar el dolor que sientes cuando algo así ocurre”, dijo sobre Harris, a la que definió como una "pionera".
Fuera de la pantalla, Reynolds es esposo de la también actriz Blake Lively, con quien tiene una hija de 3 años y otra de uno. Para tratar de coordinar sus complicadas agendas, el actor dijo que evitan trabajar al mismo tiempo y prefieren viajar juntos como familia cuando están en un rodaje.
"En algún momento vamos a tener que tomar decisiones importantes sobre quedarnos en casa para darles cierta estabilidad, pero todos viajamos juntos y hasta ahora eso ha funcionado bastante bien. Mis hijas han podido ver muchas partes del mundo; en su corta vida han visto más del mundo que lo que yo vi hasta que cumplí 25 años. Es interesante", agregó Reynolds.
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