La batalla legal de Yanacocha contra sus extrabajadores afectados con metales tóxicos
Los reclamos de los cerca de 30 trabajadores y extrabajadores de Yanacocha desataron una batalla legal que se resume en 9 demandas por daños y perjuicios. La mayoría ya fueron resueltas o se inclinan a favor de la minera.
Por Alvaro Meneses Gutiérrez
Fotos: Juan Zapata Sanchez
Fotos: Juan Zapata Sanchez
Nueve demandas por daños y perjuicios contra Yanacocha esperan en el insospechado y aletargado camino de los tribunales peruanos. Los extrabajadores de la minera más poderosa de América Latina entablaron sus demandas en un acto de esperanza justiciera a pesar de que su salud se va deteriorando y la vida se vuelve tan pesada como los metales que invadieron sus cuerpos.
Sabían que no bastaba con presentar sus denuncias y empezar un juicio. Necesitaban que sus testimonios sean escuchados más allá de un sistema de justicia nacional que puede ser, en muchos casos, desventajoso siendo la demandada una poderosa minera. Por eso el 1 de octubre de 2018, dos sobrevivientes se presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y expusieron la situación de los cerca de 30 extrabajadores de Yanacocha afectados con metales tóxicos. Tras escuchar las historias, el presidente del organismo internacional, Luis Ernesto Vargas, preguntó: “¿Qué mecanismos de reparación existen en favor de los trabajadores mineros en la legislación del Perú?”.
Según los mismos afectados entrevistados por Wayka, que actualmente sobreviven a los síntomas y secuelas de la intoxicación por metales pesados luego de haber trabajado por años en Yanacocha, no se ha generado ningún mecanismo de reparación. Al contrario, se ha desatado una batalla legal que se resume en 9 demandas por daños y perjuicios en los que la mayoría han sido resueltos -o se encuentran- a favor de la minera.
Además, según un informe elaborado por las organizaciones Red Muqui, el Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible (Grufides) y el Instituto Natura, presentado ante la CIDH, “la mayoría (de afectados) ha desistido de llevar adelante los mismos, no solo por falta de recursos económicos sino por temor a enfrentar largos y desgastantes procesos, con claras desventajas de defensa en juicio”.
Alan Herrera, representante de los afectados que trabajó en Yanacocha desde 1998 hasta 2012, notificó los hechos a la matriz de Yanacocha en Estados Unidos, Newmont Mining Corporation, y recurrió a la Autoridad Nacional del Agua (ANA) del Ministerio de Agricultura y Riego y al Ministerio de Energía y Minas, pero ninguna entidad atendió debidamente sus denuncias, según cuenta.
La única institución que actuó sobre los reclamos de Alan fue la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), del Ministerio de Trabajo, que luego de 6 años, en diciembre de 2016, sancionó a la minera por no otorgarle los equipos de seguridad adecuados. Sin embargo, Sunafil aún no se pronuncia sobre las otras cinco denuncias del mismo tipo que presentaron otros extrabajadores.
A través de un pedido de información, Wayka pudo conocer que desde 2014 hasta la actualidad, Sunafil registró 81 denuncias contra Yanacocha: 4 por afectar derechos fundamentales, 28 por atentar contra la seguridad y salud en el trabajo y 49 por motivo sociolaboral.
Eso en la vía administrativa. En la arena judicial, son contados los afectados que decidieron enfrentarse a una minera con evidente ventaja.
Yanacocha en ventaja
Alan Herrera fue uno de los pocos que decidió iniciar un proceso judicial contra la minera, luego de enterarse que su cuerpo estaba infestado con altos niveles de mercurio, arsénico, plomo y talio, según su mineralograma (examen de cabello). Un examen médico completo le detectó, además, una hipoacusia que degenera su capacidad de escuchar y una ginecomastia que hace que crezcan senos de sus pezones.
Su denuncia, junto a la del extrabajador Juan Córdova Injante presentadas en 2014 y 2015 respectivamente, se encuentran en la etapa probatoria de la primera instancia. “Ya van 5 años y no pasan esa etapa. Varias veces Yanacocha justificó el cambio de fecha diciendo que no tenía el médico para que pueda asistir a la audiencia programada. Otras veces el juez que recibía el cargo, se enfermaba o algo pasaba”, recuerda Alan.
Sin embargo, otros procesos de extrabajadores afectados con metales tóxicos ya están en etapas más avanzadas, aunque a favor de Yanacocha.
El caso de Teófilo Terrones Coronel es uno de esos procesos. Su demanda fue declarada infundada por el juzgado a cargo, y la sentencia confirmada por la Corte Superior de Justicia de Cajamarca. Tras la sentencia favorable para Yanacocha, Coronel presentó un recurso de casación donde la Corte Suprema decidirá sobre el futuro de su proceso.
Otro de los juicios que llegó a la Corte Suprema fue la denuncia de Gloria Pereda en 2017, también afectada con metales tóxicos, quien además sufrió un accidente en 2001 dentro de la minera, que la dejó con una prótesis en la pierna izquierda.
En un inicio, el juzgado declaró fundada una transacción con la minera que Gloria rechazaba, y tras apelar la sentencia, la Corte Superior de Justicia de Cajamarca la ratificó y ordenó archivar el proceso. Gloria no se dio por vencida y presentó un recurso de casación que será resuelto en la Corte Suprema.
“Siempre los abogados sostuvieron que fue mi negligencia y que busco enriquecerme. Si ellos no tenían ningún tipo de responsabilidad conmigo, ¿qué sentido tenía hacer una transacción conmigo en 2013? Me hicieron firmar documentos en 2001 en Lima (…) porque no podía leer, donde me hacían reconocer que yo era responsable del accidente, y estaba enferma, estaba medicada”, rememora Gloria.
El juicio de Alejandro Becerra Palomino, otro extrabajador de Yanacocha con la misma salud deteriorada por los metales, es quizás el proceso vigente más desfavorable. El juzgado declaró su denuncia incompetente y ordenó que su caso se traslade a la vía civil. La misma decisión confirmó la Corte Superior de Justicia de Cajamarca.
“Yanacocha aceptó mi mal, ellos sabían que tenía este problema. En un inicio me dijeron que me calle, que me espere, que me van a solucionar el problema (…) después de un tiempo me abandonaron”, cuenta Becerra, un ingeniero civil con los brazos y las piernas flácidas y reacciones alérgicas en el pecho, luego de trabajar para la minera de 1986 hasta 2006.
Entre los juicios resueltos a favor de Yanacocha está el caso del exempleado José María Rodríguez Zender, quien demandó a la minera en 2015 por daños y perjuicios debido a la contaminación con metales pesados, pero el juzgado a cargo finalmente archivó el proceso por reiteradas inasistencias.
El mismo final tuvo Fredy Silva López, cuya historia fue contada en un anterior reportaje, quien denunció a la minera en 2014 y terminó desistiendo. Inicialmente, el juzgado lo obligó a que pague a la minera los gastos generados por el juicio, pero Yanacocha renunció a este cobro. Otra demanda archivada fue la que presentó José Soto Velásquez en 2017, luego de que este desistiera del proceso.
El juicio del extrabajador José Chávez Vásquez es el más reñido de todos. Su demanda presentada en 2015 fue declarada fundada en parte: la sala resolvió que Yanacocha le pague S/ 415 945.98 como indemnización por los problemas lumbares generados, pero rechazaron su demanda de reparación por contaminación con metales pesados.
La minera responde
En el marco de esta investigación, Wayka envió un formulario de preguntas a Yanacocha que ha sido respondido al detalle. La empresa asegura que nunca perdió una demanda por empleados afectados a causa demetales pesados.
Además, sobre los mineralogramas realizados por los afectados, la empresa sostiene que “la prueba de cabello no es idónea para acreditar contaminación polimetálica (…) ya que el pelo fácilmente puede ser objeto de alteración”, y que “la toma de muestras no se ha realizado bajo procedimientos que permitan garantizar la procedencia del cabello”.
Yanacocha también cuestiona que “algunas de las personas de la lista tienen un historial de comisión de delitos en perjuicio de Yanacocha que, por lo menos, genera suspicacias acerca de la oportunidad de sus denuncias”. Según la empresa, el extrabajador Boris de la Torre fue intervenido el 13 de marzo de 2016 por llevar un guante quirúrgico con polvo de precipitado de oro, por lo que la Fiscalía Penal de La Encañada le abrió una investigación penal.
Yanacocha también cuestiona que “algunas de las personas de la lista tienen un historial de comisión de delitos en perjuicio de Yanacocha que, por lo menos, genera suspicacias acerca de la oportunidad de sus denuncias”. Según la empresa, el extrabajador Boris de la Torre fue intervenido el 13 de marzo de 2016 por llevar un guante quirúrgico con polvo de precipitado de oro, por lo que la Fiscalía Penal de La Encañada le abrió una investigación penal.
La empresa también sostuvo que, en el caso de Segundo Fernández Holguin, otro extrabajador afectado, tiene una investigación por el presunto delito de hurto agravado contra la minera, y fue detenido el 14 de setiembre de 2017 por orden de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado de Cajamarca.
Finalmente, sobre Alan Herrera, la minera aclara que fue despedido por supuestas faltas graves, además de ser investigado por presunto hurto sistemático de oro. Sin ninguna prueba adjunta, Yanacocha también afirma que “la Policía Nacional del Perú emitió en su momento un informe en el que se habría vinculado a Alan Herrera como posible líder de una organización criminal que hurtaba oro de manera sistemática”.
Funcionarios de Yanacocha afectados con metales tóxicos, que prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a perder sus empleos, aclararon que las investigaciones contra 3 de los afectados ocurrieron luego de que extrabajadores comenzaran a reclamar por sus estados de salud.
¿Qué tan grave son los metales tóxicos en el cuerpo humano? El doctor Ricardo Puell Calderón, el toxicólogo que detectó metales tóxicos a cerca de 30 extrabajadores de Yanacocha y otras mineras, lo explicará en la siguiente entrega.
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