EE UU y Arabia Saudí señalan a Irán por el ataque y preparan la respuesta
Las imágenes mostradas por Estados Unidos presentan 17 puntos de impacto en dos instalaciones petrolíferas del Reino del Desierto
Washington
/
Dubái
Washington y Riad señalan a Irán como responsable del bombardeo
contra las instalaciones petroleras saudíes que se produjo el pasado
sábado y que ha puesto a tiritar a los importadores de crudo, con importantes subidas de precio.
Más contundente que Riad en las acusaciones, la Administración Trump
publicó una serie de imágenes satelitales que, a su juicio, demuestran
que la procedencia del ataque es el norte o noroeste, lo que reforzaría
su tesis sobre la autoría iraní. EE UU advierte de que prepara su
respuesta una vez la información se verifique. Teherán sigue negando
tajantemente la acusación.
Las posibilidades de un acercamiento entre EE UU e Irán con el fin de
abrir una nueva negociación nuclear parecen heridas de muerte en este
momento, incluida la vía de una reunión inminente entre Donald Trump y
Hasán Rohaní, salvo volantazos de última hora. El presidente
estadounidense advirtió el domingo por la noche de que su país estaba
listo para responder a la ofensiva del sábado, a la espera de conocer
las conclusiones de Arabia Saudí.
A ninguno de los dos países les convence la versión de las milicias yemeníes Huthi,
apoyadas por el régimen iraní, que han reivindicado el ataque en
solitario. “¿Recuerdan cuando Irán derribó un dron, alegando que había
sucedido en su espacio aéreo, pero de hecho no estaba ni cerca de él?
Mantuvieron esa historia de forma tajante sabiendo que era una gran
mentira”, recalcó este lunes Trump en su cuenta de Twitter, en
referencia al ataque a un dron estadounidense el pasado junio. “Ahora
—continuó el mandatario en su mensaje— dicen que no tiene nada que ver
con el ataque en Arabia Saudí. ¿Lo veremos?”.
Por la tarde, en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Trump
combinó el lenguaje combativo con el mensaje de que, en realidad, no
busca guerra. Enfatizó que Estados Unidos está "más preparado" para un
conflicto que ningún país en la historia, si bien le gustaría
"evitarlo". El republicano insistió en que Irán "parece detrás" de los
bombardeos, pero que informará de la conclusión definitiva. El
secretario de Estado, Mike Pompeo, viajará a Arabia Saudí en breve para
abordar el asunto. "Debemos sentarnos con los saudíes y decidir algo",
apuntó Trump, y se negó a dar por liquidada la posibilidad de un acuerdo
nuclear con Irán, ya que, aseguró, "ellos quieren un pacto".
El presidente iraní, por su parte, afirmó desde Ankara que "el
pueblo yemení no puede simplemente quedarse mirando cuando destruyen su
país. Defiende su país y lleva a cabo contrataques".
Riad ha evitado acusar directamente a Teherán. Sin embargo, todas las
declaraciones de sus responsables apuntan a su rival por la hegemonía
en la región. Se trata de una pequeña, pero significativa, diferencia
para evitar tener que hacer realidad su declarada voluntad de hacer
frente a los ataques. “Las primeras investigaciones indican que las
armas utilizadas eran iraníes (…) El ataque terrorista no se originó en
Yemen como ha afirmado la milicia Huthi”, declaró este lunes el coronel
Turki al Malki, portavoz de la coalición árabe que, bajo la dirección de
Arabia Saudí, combate a los rebeldes yemeníes. Al Malki, un oficial de
aviación saudí, también dijo que estaban trabajando para determinar el
lugar desde el que salieron los drones y que harían pública la
información en cuanto la tuvieran.
Su información se queda un paso más atrás de la que funcionarios de
EE UU han filtrado a la prensa de ese país. No hay pruebas concluyentes
sobre la mesa por el momento y Washington no ha hecho oficial aún su
conclusión final. Para Arabia Saudí se trata de un asunto muy delicado.
Cuando el pasado sábado el presidente Trump llamó para interesarse por
el daño causado a las plantas de Abqaiq y Khurais, el príncipe heredero,
Mohamed Bin Salmán, le dijo que el Reino estaba “preparado para hacer
frente a esa agresión terrorista”, según difundió la agencia de noticias
estatal SPA. Acusar a Irán le exigiría actuar, algo que de momento no
parece estar en su agenda. El propio portavoz militar puso los ataques
en un contexto más amplio. “Este acto cobarde ataca sobre todo la
economía global, no a Arabia Saudí”, aseguró, dando a entender que una
eventual respuesta debiera ser también global. Un comunicado posterior
del Ministerio de Exteriores saudí incidía en ese aspecto y anunciaba
que Riad va a “invitar a expertos internacionales y de la ONU para que
consideren las medidas adecuadas” cuando se determine el origen de los
ataques.
El resultado de la intervención en Yemen, que lanzó el
príncipe Mohamed apenas nombrado ministro de Defensa en 2015, tampoco
anima a considerar nuevas aventuras bélicas. Después de cuatro años y
medio de bombardeos, la coalición no ha logrado desalojar a la milicia
Huthi de Saná, la capital yemení, y ha sumido el país más pobre del
mundo árabe en la peor crisis humanitaria que afronta la ONU.
Nuevas operaciones
Reforzados por el éxito mediático del ataque del sábado, los rebeldes
Huthi han amenazado con nuevas operaciones contra esas infraestructuras
clave para la economía, y la supervivencia, de su vecino del norte.
Además, advirtió a empresas y ciudadanos de terceros países de que
eviten las instalaciones petroleras saudíes. “Tenemos el brazo largo y
este puede alcanzar cualquier lugar, en cualquier momento”, declaró el
general Yahya Sari, portavoz militar Huthi. Desde el podio de la
televisión Al Masirah, Sari también pidió a Riad que “revise sus
cálculos y ponga fin a la agresión y el bloqueo contra Yemen”.
El bombardeo de las plantas petroleras de Abqaiq y Khurais ha
obligado a Arabia Saudí a suspender la producción de 5,7 millones de
barriles diarios de crudo, la mitad de su volumen habitual y casi el 6%
de la producción mundial. Estados Unidos, por su parte, ha autorizado ya
la movilización de su Reserva Estratégica de Petróleo, para caso de
necesidad, un mensaje que sirve para tranquilizar al mercado respecto a
la parte de oferta perdida con el ataque a las refinerías saudíes y así
contener la subida de precios. Los incrementos iniciales del barril
Brent —la referencia en Europa—, que llegaron al 19%, se acabaron conteniendo al 15%.
La escalada de tensión, sin embargo, resulta más difícil de contener.
La semana pasada Trump había dejado abierta la puerta a una suavización
de las sanciones económicas contra Irán por su carrera nuclear, con el
fin de favorecer las conversaciones en la búsqueda de un nuevo pacto.
Este martes, tanto esa opción como la celebración de un encuentro con
Rohaní sin condiciones previas —tan pronto como la semana que viene,
aprovechando la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York— parece algo
imposible.
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