Un nuevo partido británico alienta el empuje por detener el Brexit
La formación Renew, inspirada en la de Macron, se suma a una corriente de movimientos que luchan sin tapujos por un segundo referéndum
Londres
Lo que hasta hace poco era el gran tabú de la política británica se ha roto definitivamente. El desastre de las negociaciones,
el vértigo ante la inminencia del incierto desenlace final y el
consenso entre los expertos de que, sea este cual sea, será perjudicial
para el país, han animado diferentes iniciativas que confluyen en un
objetivo común: detener el Brexit. La última, un nuevo partido político,
bautizado como Renew e inspirado por el movimiento En Marcha de Macron, que este lunes ha lanzado su campaña nacional.
La intención de Renew, que se define como centrista y busca construir su respaldo sobre la creciente desafección de los votantes con los partidos tradicionales, es “ser duro con el Brexit y con sus causas”. “Pondremos la permanencia en la UE de nuevo sobre la mesa en un voto sobre el acuerdo final con Bruselas”, explica James Clarke, uno de los líderes de la formación.
El partido nació a finales del año pasado, de la mano de un grupo de candidatos independientes que se presentaron a las elecciones de junio con un mensaje anti-Brexit. Sus responsables no ocultan la inspiración directa en el movimiento que aupó a Emmanuel Macron a la presidencia de Francia en mayo del año pasado, con cuyos ideólogos aseguran haber mantenido “reuniones informales” en los últimos meses.
Su objetivo es presentar candidatos en todas las 650
circunscripciones electorales en las próximas elecciones legislativas,
previstas para 2022. Hasta la fecha cuentan ya con 300. Su financiación,
explican, procede de donaciones particulares y de los bolsillos de los
propios candidatos.
“Las encuestas muestran que está cambiando la opinión sobre el Brexit, y el Gobierno conservador está obligándonos a optar por un Brexit duro sin un mandato claro por parte del electorado”, señala Sandra Khadouri, otra de las voces de Renew.
Lo cierto es que los sondeos aportan datos esperanzadores para quienes sueñan con una marcha atrás. Una reciente encuesta de ICM para The Guardian, una de las más ambiciosas realizadas después del referéndum, revela que el 47% de los británicos estaría a favor de un nuevo referéndum una vez se conozcan los términos del divorcio, frente a un 34% que se opone a reabrir el debate. Al mismo tiempo, los análisis realizados por el Gobierno arrojan revelaciones importantes: algunas de las regiones que más sufrirán el impacto del Brexit son aquellas que votaron mayoritariamente por él, y solo Londres, donde ganó cómodamente la permanencia, se libraría de un grave perjuicio.
Todo ello, unido a la paralizante guerra que se libra en el seno del Partido Conservador sobre el modelo de país después del Brexit, a solo ocho meses de que venza el plazo para alcanzar un acuerdo con Bruselas, ha dado alas a quienes desde el referéndum de junio de 2016 vienen explorando discretamente vías para evitar que se consume el que consideran el mayor error de la historia reciente de Reino Unido.
Hace unas semanas se presentó otra iniciativa, bautizada como Our Future, Our Choice
(OFOC; Nuestro Futuro, Nuestra Elección). Está comandada por el
influyente lord Andrew Adonis, exlaborista y ahora independiente, una de
las figuras que libra la batalla legislativa contra el Brexit desde la
Cámara Alta. Lo que busca OFOC es “una movilización sin precedentes de
la gente joven” para detener el Brexit.
“Este no es un asunto cerrado”, explica Adonis. “Como han mostrado los debates recientes, tenemos una crisis parlamentaria en este país. La primera ministra no dispone de mayoría en ninguna de las dos cámaras para afrontar el Brexit. La única manera de salir de esta crisis es un referéndum sobre cualesquiera que sean los términos que acuerde May. Unir a los jóvenes, al movimiento laborista y a los empresarios en una campaña contra el Brexit destructivo de la primera ministra, es vital y es donde tienen que enfocarse nuestras energías ahora”.
Además de Renew y OFOC, otro movimiento proeuropeo recorrerá el país en los próximos meses. Está fundado por la activista Gina Miller, que se enfrentó al Gobierno en los tribunales para lograr que el Parlamento pudiera pronunciarse sobre el Brexit y ganó, y cuenta con el respaldo de las 400.000 libras que ha recibido del multimillonario húngaro-estadounidense George Soros, que hizo parte de su fortuna apostando contra la libra en el miércoles negro de 1992. Se llama Best For Britain y persigue “levantarse por la libertad de expresión, la democracia y el derecho a pelear contra este Brexit desastroso”.
Los tres grupos comparten objetivo final, pero despliegan estrategias diferentes. Best For Britain defiende el voto táctico a favor de candidatos con perfil proeuropeo; OFOC propone movilizar a los votantes para que presionen a sus diputados para que se opongan al Brexit; y Renew busca presionar a esos diputados colocándoles delante a otro candidato con una agenda anti-Brexit.
Conservadores y laboristas se han comprometido a respetar el resultado del referéndum, en el que un 52% de los votantes optó por salir de la UE, y no se plantean someter el Brexit a reválida. El único partido nacional que defiende la marcha atrás, el liberal-demócrata, no ha logrado capitalizar el sentimiento anti-Brexit. Pero su fracaso no desacredita necesariamente la pretensión de dar voz a los descontentos. “Sabemos que 2018 será un año clave”, resume Clarke, de Renew, “y somos muchos los que queremos estar en el lado bueno de la historia”.
La intención de Renew, que se define como centrista y busca construir su respaldo sobre la creciente desafección de los votantes con los partidos tradicionales, es “ser duro con el Brexit y con sus causas”. “Pondremos la permanencia en la UE de nuevo sobre la mesa en un voto sobre el acuerdo final con Bruselas”, explica James Clarke, uno de los líderes de la formación.
El partido nació a finales del año pasado, de la mano de un grupo de candidatos independientes que se presentaron a las elecciones de junio con un mensaje anti-Brexit. Sus responsables no ocultan la inspiración directa en el movimiento que aupó a Emmanuel Macron a la presidencia de Francia en mayo del año pasado, con cuyos ideólogos aseguran haber mantenido “reuniones informales” en los últimos meses.
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“Las encuestas muestran que está cambiando la opinión sobre el Brexit, y el Gobierno conservador está obligándonos a optar por un Brexit duro sin un mandato claro por parte del electorado”, señala Sandra Khadouri, otra de las voces de Renew.
Lo cierto es que los sondeos aportan datos esperanzadores para quienes sueñan con una marcha atrás. Una reciente encuesta de ICM para The Guardian, una de las más ambiciosas realizadas después del referéndum, revela que el 47% de los británicos estaría a favor de un nuevo referéndum una vez se conozcan los términos del divorcio, frente a un 34% que se opone a reabrir el debate. Al mismo tiempo, los análisis realizados por el Gobierno arrojan revelaciones importantes: algunas de las regiones que más sufrirán el impacto del Brexit son aquellas que votaron mayoritariamente por él, y solo Londres, donde ganó cómodamente la permanencia, se libraría de un grave perjuicio.
Todo ello, unido a la paralizante guerra que se libra en el seno del Partido Conservador sobre el modelo de país después del Brexit, a solo ocho meses de que venza el plazo para alcanzar un acuerdo con Bruselas, ha dado alas a quienes desde el referéndum de junio de 2016 vienen explorando discretamente vías para evitar que se consume el que consideran el mayor error de la historia reciente de Reino Unido.
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“Este no es un asunto cerrado”, explica Adonis. “Como han mostrado los debates recientes, tenemos una crisis parlamentaria en este país. La primera ministra no dispone de mayoría en ninguna de las dos cámaras para afrontar el Brexit. La única manera de salir de esta crisis es un referéndum sobre cualesquiera que sean los términos que acuerde May. Unir a los jóvenes, al movimiento laborista y a los empresarios en una campaña contra el Brexit destructivo de la primera ministra, es vital y es donde tienen que enfocarse nuestras energías ahora”.
Además de Renew y OFOC, otro movimiento proeuropeo recorrerá el país en los próximos meses. Está fundado por la activista Gina Miller, que se enfrentó al Gobierno en los tribunales para lograr que el Parlamento pudiera pronunciarse sobre el Brexit y ganó, y cuenta con el respaldo de las 400.000 libras que ha recibido del multimillonario húngaro-estadounidense George Soros, que hizo parte de su fortuna apostando contra la libra en el miércoles negro de 1992. Se llama Best For Britain y persigue “levantarse por la libertad de expresión, la democracia y el derecho a pelear contra este Brexit desastroso”.
Los tres grupos comparten objetivo final, pero despliegan estrategias diferentes. Best For Britain defiende el voto táctico a favor de candidatos con perfil proeuropeo; OFOC propone movilizar a los votantes para que presionen a sus diputados para que se opongan al Brexit; y Renew busca presionar a esos diputados colocándoles delante a otro candidato con una agenda anti-Brexit.
Conservadores y laboristas se han comprometido a respetar el resultado del referéndum, en el que un 52% de los votantes optó por salir de la UE, y no se plantean someter el Brexit a reválida. El único partido nacional que defiende la marcha atrás, el liberal-demócrata, no ha logrado capitalizar el sentimiento anti-Brexit. Pero su fracaso no desacredita necesariamente la pretensión de dar voz a los descontentos. “Sabemos que 2018 será un año clave”, resume Clarke, de Renew, “y somos muchos los que queremos estar en el lado bueno de la historia”.
El papel de los jóvenes
Los diferentes movimientos que persiguen parar el Brexit saben que
cuentan con un aliado clave: el electorado joven. El 75% de los votantes
de entre 18 y 24 años votó por la permanencia en el referéndum de 2016.
Y todo indica que, a medida que más jóvenes alcancen la mayoría de
edad, la balanza demográfica se inclinará claramente hacia los
partidarios de continuar en la UE.
“Ya hay un millón de personas que eran menores de edad en el referéndum y que hoy podrían votar”, asegura James Clarke, de Renew. “Los estudiantes han compartido con nosotros sus preocupaciones por las divisiones sociales, la falta de seguridad, los empleos precarios y la pérdida de oportunidades que produce el Brexit. Tenemos que escuchar a los jóvenes".
“Estamos en una nueva fase de la conversación y es imprescindible implicar en la conversación a los jóvenes”, explica Felix Marquardt, del think tank Youthonomics. “Hay un daño intergeneracional que debe ser reparado. Es la generación joven la que va a vivir las consecuencias del Brexit. En cinco años, seremos un país claramente a favor de la permanencia en la UE. Todos los grupos que defendemos un segundo referéndum estamos convencidos del importante papel que corresponde a los jóvenes”.
Los colectivos que persiguen parar el Brexit conformaban hasta ahora un paisaje fracturado, pero muchos se han unido bajo el paraguas de un llamado Grupo de Coordinación de Bases, y cuentan con la complicidad de diputados, conservadores y laboristas, para hacer oír su reclamo de un segundo referéndum. Un mensaje que todos saben que necesita la complicidad del electorado joven.
“Ya hay un millón de personas que eran menores de edad en el referéndum y que hoy podrían votar”, asegura James Clarke, de Renew. “Los estudiantes han compartido con nosotros sus preocupaciones por las divisiones sociales, la falta de seguridad, los empleos precarios y la pérdida de oportunidades que produce el Brexit. Tenemos que escuchar a los jóvenes".
“Estamos en una nueva fase de la conversación y es imprescindible implicar en la conversación a los jóvenes”, explica Felix Marquardt, del think tank Youthonomics. “Hay un daño intergeneracional que debe ser reparado. Es la generación joven la que va a vivir las consecuencias del Brexit. En cinco años, seremos un país claramente a favor de la permanencia en la UE. Todos los grupos que defendemos un segundo referéndum estamos convencidos del importante papel que corresponde a los jóvenes”.
Los colectivos que persiguen parar el Brexit conformaban hasta ahora un paisaje fracturado, pero muchos se han unido bajo el paraguas de un llamado Grupo de Coordinación de Bases, y cuentan con la complicidad de diputados, conservadores y laboristas, para hacer oír su reclamo de un segundo referéndum. Un mensaje que todos saben que necesita la complicidad del electorado joven.
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